Albert en KL

Cuando nos fuimos de BCN Albert dijo q no se despedía de nosotros, estuvo hasta casi última hora en casa, pero nos dio un simple besito. En un mes venía a vernos.

Y lo cumplió. El 17 de noviembre nos mudamos al piso nuevo y el 18 ya teníamos quien estrenase la habitación de invitados con sus sabanicas nuevas made in IKEA. Llegó por la noche, y nos puso tan contentos que nos pegó el jet lag, así, con solo mirarnos, estuvimos como en casa, la de BCN quiero decir, hablando en el salón y tomando cerveza, como echábamos de menos las visitas!!!

Albert se mueve como un pececillo en el agua en cualquier ciudad del mundo, digo yo que en alguna no tendrá ese morrazo q le caracteriza, pero aún no se cual es, me da a mi q él tampoco. Así q tenerle aquí las primeras semanas de instalarnos en la casa para mi fue genial. Descubrimos "la tienda de ropa", fuimos al centro a un espectáculo, comimos rana (bueno, yo miré como la comían) Nos enteramos q uno se podía poner moreno aún sin sol, quedándose dormido con ipod en oído... En fin, q abrir puertas con él fue sencillo, ahora la dueña de la "tienda de ropa" me saluda como si fuese clienta de toda la vida, y no me extraña...

Lo único malo del tema es q ahora tengo como 3 pares de taconazos nuevos q como no me los ponga para bajar a la guarde a dejar a Hugo (está LITERALMENTE debajo de casa) no se yo cuando va a ser... Igual en este año y medio q tenemos por delante hay q ir a alguna boda :D

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