Sábado 4 octubre
Cómo era el cumple de la mayor de la familia decidimos celebrarlo haciendo un viaje a Bali, así q nos levantamos, preparamos la maleta y a las 7pm embarcamos dirección Bali.
A las 22pm apróx estábamos en el aeropuerto destino, al llegar a Indonesia uno tiene q pasar inmigración, pagar unos 10 dólares en cash (o su cambio a euros o a la moneda del país, rupias) No se admiten ni ringints ni credit card, nosotros q no teníamos ni un euros, ni 13 mil y pico rupias (un euro) ni 1,4 dólares (un euro) pues nos tocó salir de la cola, pedir q me dejasen salir a sacar dinero (dejando previamente mi pasaporte en ventanilla) para pagar la visa de una semana de los tres, ale, ahí empezó el follón. Q no me acuerdo de mi número de la tarjeta de España, 3 intentos y fuera, la de Malasia no me aceptan, vuelvo, la chica q se quedó con mi pasaporte no está, así q meto la mano y cojo mi pasaporte, 30 segundos mas tarde me para la policía preguntando q narices hago yo metiendo la mano en el mostrador de inmigración, madre mía! Al final como puedo les explico que ese es mi pasaporte y q solo quería recuperarlo para q conseguir la visa y salir del aeropuerto (la foto de mi pasaporte es cuando recién nació Hugo así q mi cara actual poco tiene q ver dados los kilos de mas de entonces) Un lío vaya.
Consigo llegar donde están Pablo y Hugo. Se va Pablo a sacar el dinero, ya q aún después de tanto lío llegué sin él. A ver si él tiene mas suerte, la tiene y aparece con 2 millones de rupias (150 euros, para alucinar) Pagamos la visa de los… Mientras sacamos dinero o no, había aterrizado un avión con unos cien japoneses q obviamente estaban en la cola para con previo pago le pusiesen la pegatinita de la visa de turista, ahora si q ya… Esto es una hora mas en este sitio!! Mira tu por donde Hugo se pose pesado y yo histérica, así q meto al niño llorando en modo insoportable en el carro me pongo la primera de la cola, me disculpo y digo q tengo al niño agotado, el de inmigración me dice q pase y nos planta la pegatina, me y giro doy las gracias a unos japoneses silenciosos q flipan con el arte flamenco de colarse. Pablo avergonzado, mas tarde estuvo intentando entrenar al niño para q siempre haga lo mismo en los aeropuertos.
A la salida del aeropuerto tenemos a un chofer aburrido de esperar y con el cartel de “Pablo Macaya” de lado, de manera q no le encontramos hasta pasado otro rato. Bienvenidos a Bali! Al fin le encontramos y nos lleva al hotel. En el hotel, justo antes de entrar pasean por debajo del coche ese espejo q mira q no haya bombas debajo (ya sabéis q en Bali ha habido un par de atentados, hace mucho, pero este verano fue el juicio) a mi un poco mas y me da un yu-yu, pero luego cuando vi los mil guecos q había en el techo de recepción pensé q tenía cosas mas importantes en las q preocuparme.
Elegimos un hotel en Semiyak, q está en Kuta sin estar en Kuta (el Benidorm de los australiamos) se llama Pelangi Bali y no está mal. Un poco viejo, pero limpio y barato (unos 50 dolares la noche los tres) Y el restaurante donde se desayuna está metido en la playa lo cual es un punto a favor. Cenamos en la habitación, recogimos la maleta y a dormir.
Domingo 5 octubre
Con una agencia por Internet (Balifriendly) habíamos concertado q viniese a buscarnos un chofer al hotel por la mañana para dar un paseo por el sur de Bali. Al principio fue un poco rollo. Cuando se contrata un chofer hay q tener cuidad porque siempre intentan llevarte a unas tiendas horrorosas donde cobran comisión y todo es caro y feo. Como estábamos tan dormido acabamos en un par de ellas antes de llegar a Ubud, paramos en Celuk (donde se supone q la plata es buena y barata, no en la tienda donde nos llevaron) y en Mas (el pueblecito donde se talla la madera) Ubud es fantástico para parar y darse una buena vuelta andando, hay un mercadito con cosas alrtesanales q no se si merece la pena porque no fuimos y algún templo pequeño curioso de ver. También está el templo Sagrado de los monos y es ideal para pasear, Hugo disfruto un montón y nosotros pasamos mas miedo q tontos con tanto monkey alrededor de Hugo, al final le dijimos q los monkeys mordían y empezó a respetar a los simios, incluso mas de la cuenta.
Nuestra intención era comer en el centro de Ubud pero el chofer nos llevó a un restaurante a las afueras con vistas a las rice terrace tan famosas y ahí si acertó porque comimos bien, barato y muy a gusto, como iba un poco cansada se me olvidó coger la tarjeta del restaurante…
De Ubud nos fuímos a visitar Taman Ayun q es un templo donde por lo q leímos se concentra todo, vaya q se reza todo ahí o algo así. La verdad es q del hinduismo Balines no aprendimos mucho, solo q ponen por todas partes las hojas de plátano con arroz y alguna ofrenda mas (fruta, comida…) Están por todas partes y al principio te parece lo mas exótico del mundo, luego con intentar no pisarlas ya te das por satisfecho. A lo q iba, Taman Ayun no es espectacular pero si muy tranquilo, poco turista y un césped fantástico para tirarse un rato y respirar paz. De ahí a Tanah Lot, este templo es casi como ir a Port Aventura, todo el mundo llega sobre las 17h para ver la puesta de sol y admirar el templito. Había como mil personas (Incluidos los japoneses de la noche anterior) Pero merece la pena admitir q los descubridores del mundo datan de hace unos pocos de siglos e ir a verlo, una vez dentro si se gira a la izquierda hay unas terracitas para tomarse una Bintang (cerveza Indonesia) y ver el famoso atardecer. Pero nuestro paseo por Tanah Lot no fue solo ver el atardecer, no no.
Entramos en el templo, en realidad entramos en la zona justo antes de entrar en el templo (siempre está lleno de tiendas de souvenir y según la importancia del templo hay entre 100 y un millón) Pablo y Hugo se compran un helado y nos sentamos a q lo comiesen tranquilamente. Cuando ya están preparados par ir a ver como rompen las olas del Indico en el famoso templito nos ponemos en marcha, Pablo delante con Hugo y yo detrás con la cámara y como siempre bastante en la parra. Teresa espera espera – dice Pablo – Q pasa? – Con miedo digo yo sabiendo ya lo q pasa (La mayoría saben mi fobia hacía los reptiles muy en particular las serpientes las cuales me cuesta ver incluso en fotos y son totalmente repulsivas en la tele) Pues eso es lo q pasaba un tío con una pitón de unos dos metros enfrente nuestro dispuesto a prestártela para q te hagas una foto con ella de bufanda a cambio de unas rupias. Hace un año la reacción hubiese sido directamente perderse el archi conocido atardecer en el archi conocido templito balines por culpa de la dichosa bufanda. Esta vez fui fuerte y dije, ok, vamos por la derecha q no hay serpiente y me olvido de ella (esto en mi es un GRAN logro ya q normalmente solo de pensarlo me bloqueo y hasta se me olvida como hay q respirar) Así q nos vamos por el camino de la derecha. Está claro No? Por supuesto, en el césped q rodea la entrada principal al ya dichoso atardecer hay toda ella estirada la amiga de la de antes, otros dos metros… Ok, ok, ok. Respiro y paso sin mirar, lo tengo q superar, le digo al mas de los pacientes maridos. En esas q me llega un tipo y planta delante de mis narices una foto y me suelta “snake pictures madam??” El grito q solté casi llegó a Kuala Lumpur. Aún así seguí con mi terapia y pude ver el atardecer, el templito y disfrutar de ello con mis chicos. Gran logro, no digo q sea capaz de repetirlo. De ahí al hotel ducha y barbacoa en la playa de Legian, no es una zona barata y además es muy turístico pero q cenamos en la playa marisco y con babysitter incluida (la camarera se llevó al niño a ver las langostas y nos lo devolvió cuando le pedimos la cuenta)
Lunes 6 de octubre
Después del palizón del sábado y domingo el lunes lo pasamos en Semiyak, compritas (q si se quiere algo un poco bonito y q salga de lo típico no es barato, si mas q en Europa por supuesto) Bintangs para el padre, ice cream para el niño y tiendas para entrar y salir para la madre sin vendedores en la calle q agobien (hay montones de vendedores en la calle sobre todo en la zona de Kuta y algunos templos q no te dejan en paz y son muy pero q muy pesados, incluso desagradables, además q te engañan porque yo q vivo en Malasia se q un sarong medio decente en una tienda cuesta unos 3 euros, allí uno cutre me lo querían colar por casi 6, q claro en Europa un pareo de esos a 6 euros es barato, pero no lo es… Shopping advices) Luego playita, donde no te puedes bañar debido a las corrientes pero q se pude pasear sin ningún agobio, ver a los surfers y su life-style y de nuevo el atardecer. Cenamos en un restaurante en Semiyak (Gados Gados o algo así) También a orillas del mar, mucho menos turístico q Legian, mas barato y mucho mas “chic” música lounge, pescadito rico, vino delicioso…
Martes 7 de octubre
Me despierto a las 6’30 am y me doy cuenta q está lloviendo a todo llover y q el cielo no tiene ninguna gana de despejar. Aún así, como Pablo había contratado un viaje de scuba a Tulamben (es una playa volcánica donde se hundió un barco japonés en la primera guerra mundial, o algo así) Despierto al resto de la family y nos vamos, de nuevo, al coche dirección noreste. Son tres horas de viaje lo cual es un palo porque la carretera era como una de esas de montaña españolas pero está con campos de arroz, palmeras, gallos en cestas (tienen en todas partes gallos de pelea, sin embargo no vimos anunciada ninguna) Pero el camino realmente merece la pena, pasamos por Candi Dasa, otra zona turística mucho mas tranquila y apetecible q el lio de Kuta y alrededores. Vimos el templo de agua q nos decepcionó altamente debido a las expectativas creadas después de leer a la tonta de la Lonely Planet y por muchos pueblecitos de lo mas auténticos. Realmente el camino merece la pena recorrerlo tranquilamente. No es necesaio llegar hasta arriba q era nuestro destino pero si curioso, ya q en tres horas pasas de vegetación tropical al mas absoluto terreno seco, negro, vaya, q por ahí pasó la lava de unos de los volcanes de la isla en 1963. Una vez en la playa, pues como no vayas a bucear poco hay q hacer, Hugo yo estuvimos entretenidos con unos crios de la zona q miraban a Hugo como si fuese un mono a mi como la madre del mono. En fin, lo bueno es q solo vimos llover al salir de Semiyak, y cuando volvimos seguía lloviendo!!! Tanto q el agua cubría las ruedas de los coches. Con dicho panorama intentamos ir a cenar a un sitio y como estaba cerrado nos fiamos de la pava q escribió la guia y acabamos en un restaurante-tasca tipo chiringutio playa… Al menos la comida era buena y barata, el ruido insoportable, pero para tomar cañas e intentar ligar con alguna australiana/o el sitio no está mal, se llama Rumours y también está en Semiyak
Miércoles 8 de octubre
Después de hacer el check out en el hotel y q intentasen colarnos 1 millón de rupias de teléfono, Hugo estuvo hablando con recepción una tarde mientras yo me duchaba y pensaron colarnos la atracción de la tarde, nos vamos a dar otra vuelta por la isla. Como amaneció lluvioso el chofer no nos aconsejó el centro plus norte porque iba a llover, era donde queríamos ir para ver las cataratas de Git-Git, así q nos llevó a una montaña y a un par de templos mas q yo tenía apuntados como curiosos de ver, y que lo eran. Las vistas desde arriba de la montaña (no me acuerdo del nombre, es q le he dejado la guía y el mapa a un amigo q está ahora en Bali y lo estoy escribiendo de memoria) del lago Batur y los volcanes de la isla, las vistas maravillosas y los 16 grados q sentimos allí también, hacía mucho q no sentíamos ese fresquito de montaña en verano…. Pero claro como siempre lleno de turistas y donde comimos bastante desastroso. Del camino al volcán a mi se me ocurrió para en un sitio a comprar una cesta q veía llevaban las mujeres a los templos y ahí vimos Bali profundo, la tienda llena de moscas, 0 inglés y una gente no muy hospitalaria precisamente, pero bueno yo conseguí mi caja como quería a precio normal sin la pesadilla de regatear ni la caja barnizada como estaban en los puestitos de souvenir. Tambien visitamos una plantación de café y fruta donde Hugo disfrutó un montón machacando café y nosotros probando todos los tipos de café q tenían, al final acabamos comprando café de caca de no se q bicho, café de gingsen y te de ginger, lo almacenaremos con el café de coco q compramos en Penang y nunca bebimos…
De ahí al aeropuerto y vuelta a casa sin mucha incidencia, mas q alguna mala cara a las fantásticas azafatas de airasia q no se enteran de la misa la mitad…
En general Bali nos encantó. Pero el viaje hay q hacerlo paseando por la isla porque los caminos son lo mas bonito (cuando llegas a los sitios te encuentras con una atracción turística q merece la pena ver pero también mucha gente y agobio de vendedores) y cogiendo distintos hoteles en distintas zonas, las vueltas resultaban agotadoras!! Y Acabamos un poco-mucho hartos de la cara dura-necesidad del balines de a pie q no te deja ni a sol ni a sombra para q le compres algún cachivache q lleva… Pero volver volveríamos seguro.